Deja todo en las manos de Dios cuando sientas angustias y confía en que Él vendrá con todo su poder sobre ti para darte fuerzas y llenarte de esperanzas. Debes confiar en que así será. Deja todo en las manos de Dios y eventualmente verás la mano de Dios en todo
Ahora, si ya dejaste algo en las manos de Dios, recuerda estas tres cosas:
1. Pídele paciencia para no desesperarte.
2. Confía en que se hará su voluntad.
3. Lo que ocurra será lo mejor para todos
Una de las cosas más importantes para realizar nuestro trabajo interior es la dedicación y concentración que pongamos en hacerlo. Pero, en ocasiones, son tantas las cosas externas que nos abruman que nos mantienen distraídos y agotados, tanto como para no tomarnos el tiempo de mirarnos por dentro.
Deja todo en las manos de Dios
Ante estas cosas externas que no dependen de nosotros, la clave es SOLTAR. Soltar aquello que no puedo cambiar, que me rebasa, que me agota, que he intentado de muchas maneras y no he podido.
Y para soltar, tiene que haber alguien con un poder superior al nuestro que pueda tomar en sus manos eso que estamos soltando. Ese alguien es Dios. Es en sus poderosas manos que vamos a colocar todo esto, y es Él quien nos va a dar mejores opciones para aprender a vivir de forma sana.
Al dejar todo en las manos de Dios, todas nuestras cargas, aflicciones, preocupaciones, problemas, dificultades grandes o pequeñas, no olvidemos pedirle de vuelta 2 regalos especiales: Paciencia y confianza.
Con estos ingredientes podremos descansar, recuperar fuerzas y realizar el hermoso viaje que nos lleva al conocimiento más profundo de nosotros mismos y de Él.
Ya lo he dicho antes, pero lo vuelvo a decir: Deja todo en las manos de Dios y eventualmente verás la mano de Dios en todo. Como dijo una vez una persona que conozco:
«Soy bueno dejando las cosas en las manos de Dios, pero ¿lucho por no volver a ponerlas en las mías?».
No hay que temer ni desmayarse, porque la presencia de Dios es pronunciada y personal. Él fortalece y ayuda a sus hijos con su Espíritu y defiende a los que ama con su mano derecha totalmente confiable.
La fe se despliega dejando todo en las manos de Dios y contemplando sus manos en todas las cosas.
¿Qué necesitas dejar en las manos de Dios?
¿Qué es lo que tienes? ¿Qué necesitas colocar en las manos de Dios? ¿Un hijo, un dolor, una situación difícil, enfermedad?
Pon todos tus miedos en las manos de Aquel cuya mano calmó la tempestad y alejó la densa neblina, y Él calmará tu corazón.
Entrega tu dolor en las manos de Aquel cuya mano le dio la vista al ciego, y Él sanará tu corazón herido.
Pon tus propósitos y metas personales en las manos de Aquel que posee todo, y Él te dará paz y seguridad.
Pon tu visión personal en las manos de Aquel cuya perspectiva es perfecta y Él te dará claridad en todas tus decisiones.
Venezolana viviendo en Ecuador, hija de Dios, mujer de fe, madre y esposa. Ingeniera De profesión y misionera de corazón. Trabajando día a día en mi crecimiento espiritual y buscando la coherencia, tomando como guía la frase de San Pablo: «Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir». (Romanos 12,2)
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