La clave esencial para superar la dependencia emocional

Antes de aprender la clave esencial para superar la dependencia emocional, tenemos que entender en qué consiste, cómo se siente la dependencia emocional en nuestra vida.

¿Qué es la Dependencia Emocional?

Es la necesidad que tenemos de que una persona satisfaga aquello que nosotros sentimos que nos falta. Que llene y cubra nuestras necesidades de afecto, compañía, seguridad, fortaleza y todo. Es desear de forma ansiosa que esté con nosotras.

La dependencia emocional es también ese gran temor que puedes sentir de ser dejada y todo aquello que haces para que no suceda. Llegas a percibir el distanciamiento en una relación como abandono (porque te revive heridas no sanadas). Es ese miedo a estar sola y sentirte indefensa y sin valor cuando lo estás.

También puedes sentirte incapaz de tomar buenas decisiones o hacer algo sin antes consultarlo con otras personas y que te den su visto bueno, ya que no crees que tú sola puedas tener el criterio para elegir lo que es más conveniente para ti.

Cuando dependemos, nuestras emociones no nos pertenecen, sino que cambiarán según lo que suceda en esa relación en la cual tenemos esa dependencia. Si el otro se molesta conmigo, estaré triste. Si el otro no quiere estar a mi lado, me sentiré angustiada o enojada. Si el otro me sonríe y está a mi lado, entonces me sentiré plena, la mujer más feliz del mundo. Mi día se nublará si esa persona no está a mi lado o si, por alguna razón, pienso que ya no me quiere igual.

¿Cómo se manifiesta la dependencia emocional en mi vida?

La Dependencia Emocional limita mi libertad, me pone cadenas donde lo que busco es complacer, y por ello, me impide ser yo misma y reconocerme como individuo. Puedo llegar al punto de sentirme completamente perdida, de no saber siquiera quién soy o para qué he nacido.

El sufrimiento que puede generar la dependencia emocional en una persona es tan fuerte, que hasta puede sentir que pierde el sentido de vivir.

La Dependencia Emocional es una forma de idolatría y esclavitud que gran parte de los seres humanos padecen, y como toda idolatría, nos consume hasta desgastarnos si no la atendemos a tiempo y renunciamos a ella.

Nos incapacita para amar verdadera y libremente, porque terminamos haciendo cosas simplemente por el temor a estar solos, por el vacío que eso nos hace sentir y el mucho dolor que trae consigo. Nos ciega para ver la realidad tal cual es, y nos hace idealizar o bien minimizar por completo a las personas a nuestro alrededor.

Puedes sentir que la dependencia emocional se manifiesta de distintas  formas en tu vida, algunas de ellas son:

  • La inseguridad personal.
  • La ansiedad en las relaciones.
  • El victimismo.
  • La manipulación.
  • El drama
  • La necesidad de control.

La clave esencial para superar la dependencia emocional

Quizás te preguntes, ahora que sé todo esto, ¿Cómo voy a superar la dependencia emocional?

La clave esencial para superar la dependencia emocional es el crecimiento espiritual, ya que se requiere aprender a desprenderse y soltar. Y para lograrlo, es necesario vivir un encuentro, una experiencia verdadera de Dios en mi vida,  en donde pueda sentirme amada y reconocida tal cual soy por Él.

Encontrándome de esta forma con Dios, reconoceré en lo más profundo de mi corazón que soy su hija más amada, que ha dado todo por mí, incluso como si no existiera nadie más. Que es mi Padre y me ama, y que me reviste de su amor y dignidad.

Teniendo ese vínculo con Dios, esa pertenencia, esa identidad en Él; podré desprenderme y soltar a los demás. Necesito tomar consciencia de que mi vida es mía y que yo voy a tener que dar cuentas de ella, por tal motivo, no puedo desperdiciarla en la idolatría de la dependencia emocional.

Dios no me creó en serie, me creo en serio. Me creó con una Identidad única y especial, es Él quien me la da. Así que en el momento que tenga que dar cuentas a Dios de esta vida, tendré que hablar de lo que yo hice, de mis decisiones, de mi propia responsabilidad, no de lo que los demás hicieron, ni podré escudarme en nadie más para justificar aquello que yo, desde mi libertad, decidí hacer. Es por eso que es el momento en donde yo me puedo desprender y asumir las riendas de mi propia vida para llevarla a que sea lo que Dios ha pensado para mí.

La vida es un don de Dios para que la administre y dé frutos abundantes para Él, y para ello tengo que asumir la responsabilidad.

Sean cuales sean las decisiones que tome, tendré que responsabilizarme con el Señor, pues esta vida se me dio para ser administrada por mí, no por la otra persona. Así que yo tengo que encontrar mi seguridad y confianza para decidir y vivir en Él.

Cuando suelto y me desprendo de la persona a quien me estoy aferrando y la pongo en manos de Dios, tendré el tiempo, la fuerza y las oportunidades para trabajar en mí misma, y vivir ese verdadero cambio que revele en mí la mujer que puedo ser.

Es esencial la experiencia espiritual, porque al confiar en Dios y unirme a Él, sabré en manos de quién estoy soltando lo que tanto amo y a lo cual me aferro. Entonces, al sentirme más cercana a Dios en mi vida, no tendré miedo de soltar lo que tenga que soltar, porque sé que lo estoy entregando en manos de alguien que se puede encargar mucho mejor que yo de hacer las cosas bien. Es por ello que el desprendimiento es un acto de amor que dice en el silencio «Te amo tanto que ya no quiero controlarte ni obligarte a nada, sino ponerte en manos de aquel que te ama mucho más que yo»

El desprendimiento es un don de Dios. Con el desprendimiento aprenderé a vivir feliz con mi realidad tal cual es, sintiéndome amada por Dios entendiendo que Él, se encarga de lo que no está en mi control y, que solo necesito valor para enfocarme en mi propio cambio. Es por ello que te repito, la clave esencial para superar la dependencia emocional es el crecimiento espiritual.

«Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. En cualquiera cosa que hagas, tenlo presente: él aplanará tus caminos.» (Proverbios 3,5-6)


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