La Navidad es tiempo de perdón

La Navidad es tiempo de perdón. Tal vez te suene a cliché, pero es una realidad. La Navidad es la oportunidad de volver a nacer, permitiéndole a Dios la oportunidad de nacer en mí, como en aquel pesebre hace más de 2000 años.

Pero Dios no puede nacer de nuevo en un corazón que está lleno de rencor. Qué triste albergar en nosotros resentimientos y falta de perdón cuando Dios mismo nos perdona nuestras faltas, mucho mayores que las que cualquier persona nos haya hecho.

¿Por qué perdonamos?

  • Perdonamos, porque Dios nos perdonó primero.
  • Perdonamos, porque queremos ser libres de cadenas de amargura que nos impiden disfrutar la vida que hoy tenemos.
  • Perdonamos, porque pedimos en oración que el Padre nos perdone como nosotros lo hacemos.
  • Perdonamos, porque es un regalo para nosotros mismos, porque es nuestra vida la que se estanca y se pudre cuando llevamos rencor.
  • Perdonamos, porque es imposible experimentar la sanación verdadera que viene de lo Alto, mientras el corazón este endurecido por el resentimiento.
  • Perdonamos porque, no hacerlo, nos destruye cada día por dentro.
  • Perdonamos, porque lo necesitamos.

La Navidad es tiempo de perdón.

La Navidad es tiempo de perdón, de paz  y de amor. Es tiempo de dejar brotar del corazón esos sentimientos aprisionados por el rencor el dolor. Es un regalo que te das a ti mismo que te permite abrirte a nuevas experiencias de amor en tu vida en la que abren oportunidades de cambios.

Es el momento ahora de romper con todas es cadenas del pasado que ya no sirven para tu momento presente. La Navidad es tiempo de la reconciliación con el amor, la navidad es tiempo de perdón a uno mismo, de aprender a ser menos duros con esos errores que cometimos y soltar.

¿Cuál ha sido tu experiencia con el perdón? ¿Qué has hecho para poder perdonar a la persona que más te ha lastimado? ¿Qué es el perdón para ti?